Recuerden que como expresa el vídeo, los hijos serán lo que deban ser conforme a lo que tu creas que pueden hacer, y ellos lo pueden todo mientras TÚ se lo permitas creer. En cambio los gritos ensordecedores y reiterados, lejos de ser formadores, se transforman en anuladores de la persona, generando daños psicológicos y en consecuencia cambios en su comportamiento. Es por ello que recurrir a las palabras de elogio y confianza en ellos mismos es la mejor estrategia que podemos utilizar para formarlos y motivarlos a que se propongan grandes objetivos en su vida.

Lic. Alejandra Palavecino